martes, 18 de septiembre de 2012

Mao Zedong, el VIII Congreso y las dos líneas en el Comité Central del PCCh


por Jiang Yucmoi
 
Zhu De, Zhou Enlai, Chen Yun, Liu Shaoqi, Mao Zedong y Deng Xiaoping
 en la Conferencia de los 7,000 cuadros de enero de 1962.
Los mismos del VIII Congreso de 1956.

El camarada Kan Sheng acota: “El informe político del VIII Congreso contiene la teoría de la desaparición de las clases”.
El Presidente Mao responde: “Yo leí el informe, y fue aprobado por el congreso; no podemos hacer responsables sólo a esos dos –Liu y Teng”.
(Mao, “Talk at the Report Meeting”, 24 de octubre de 1966, en Stuart Schram, “Mao Unrehearsed. Talks and Letters: 1956-1971”, Penguin Books, 1974).

El VIII Congreso del PCCh ha quedado marcado como el congreso evidentemente revisionista de ese partido [1]. Los propios maoístas no pueden desconocer ese hecho y lo que hacen es guardar silencio al respecto. El VIII Congreso fue el primer congreso que se celebró con el PCCh en el poder: se realizó cuatro años después de la liberación de China y once años después del VII Congreso de 1945, revelando la irregularidad de la vida partidaria que caracterizaba y caracterizaría al PCCh en el poder. [2]

Celebrado en septiembre de 1956, a unos meses del aciago XX Congreso del PCUS, el VIII Congreso del PCCh hizo suyas tesis revisionistas muy a tono con el nuevo curso impuesto por el PCUS de Jruschov en el movimiento comunista internacional.

Los maoístas de hoy tratan de justificar esta desviación del PCCh argumentando que Mao Zedong había perdido poder y se le había relegado a un lugar simbólico. Pero esto no es verdad. En dicho congreso, los informes principales fueron presentados por Liu Shaoqi y Deng Xiaoping (además de Zhou Enlai). Los dos habían hecho los méritos suficientes para ocupar las posiciones importantes que tenían en el PCCh y en el Estado: ambos eran hombres de Mao, que habían contribuido a que la fracción maoísta del partido se hiciera de la supremacía mediante la campaña de rectificación de 1942 y el VII Congreso de 1945 que incorporó al “pensamiento Mao Zedong” en los estatutos del partido como pensamiento guía, la “sinificación” del marxismo-leninismo. Particularmente, Liu Shaoqi fue reconocido, desde 1945 hasta 1966, como el número dos del PCCh, el sucesor de Mao, y su nombre es mencionado conjuntamente con el de Mao Zedong en las resoluciones y documentos de ese partido [3]. Por su parte, Deng Xiaoping fue nombrado secretario general del PCCh en el VIII Congreso y encabezó el debate directo con los jruschovistas, trabajando en estrecho contacto con Mao Zedong. Este último le protegería, en gratitud a los años pasados, las veces que cayó en desgracia, impidiendo que se le expulsara del partido, como correspondía al “seguidor del camino capitalista” Nº 2.

La tesis de la pérdida del poder de Mao tendría como fundamentos los siguientes hechos notables:

1) Mao no rindió el informe político principal del VIII Congreso, sólo pronunció el discurso de inauguración del Congreso;
2) el “pensamiento Mao Zedong” como pensamiento guía fue retirado de los estatutos del partido;
3) en los informes principales no hay referencias ditirámbicas a Mao Zedong, aunque se reconoce su liderazgo.

A esto se podría añadir un cuarto “hecho”, sólo verificable a posteriori: Mao repudió las tesis revisionistas del VIII Congreso del PCCh, corrigiéndolas en la Segunda Sesión del VIII Congreso en 1958.

Estos hechos parecen dar la razón a quienes sostienen el “aislamiento” de Mao, su relegamiento del centro del poder. Sin embargo, si bien se pueden verificar como ciertos esos tres hechos notables, no es menos cierto que las tesis de ese congreso no contradecían sino que representaban las opiniones de Mao Zedong durante el periodo de armonía con los revisionistas jruschovistas, que sólo sufre un cambio en 1958 y un giro pronunciado en 1960. [4]

Si revisamos la historia del PCCh, encontraremos que, en realidad, Mao Zedong no presentó ninguno de los informes principales en ningún congreso del PCCh después de la toma del poder a escala nacional, soplara el viento que soplara en la “lucha entre dos líneas” en el partido. Todo eso fue dejado a los “sucesores”. En el VIII Congreso de 1956, fueron Liu Shaoqi, Zhou Enlai y Deng Xiaoping; en el IX Congreso de 1969, fueron Lin Biao y Zhou Enlai, y en el X Congreso de 1973, fueron Zhou Enlai y Wang Hongwen.

El VII Congreso de 1945, celebrado en Yenán, fue el único congreso en el que Mao Zedong presentó el informe principal, “Sobre el gobierno de coalición”. En este congreso, Liu Shaoqi presentó el informe sobre la revisión de los estatutos del partido, Zhu De rindió el informe sobre la lucha en las zonas liberadas, y Zhou Enlai leyó el informe sobre el frente único.

Como se puede observar, en todos los congresos realizados después de la liberación de China, durante vida de Mao, los informantes eran portavoces de la línea de Mao Zedong.

Por otro lado, retirar el “pensamiento Mao Zedong” de los estatutos del partido, mencionar en pocas oportunidades el nombre y el papel de Mao en los informes principales al congreso y que los principales informantes fueran Liu, Deng y Zhou, no fueron hechos contrarios a la posición política de Mao Zedong, desde el momento en que los informes se hicieron contando con su aprobación sin reserva, dado que eran la expresión de la línea maoísta.

Debe considerarse que en 1956, la ofensiva contra el “culto a la personalidad” y el legado de Stalin estaba en todo su despliegue, luego de que en febrero de ese año Jruschov leyera su “informe secreto” en el XX Congreso del PCUS. Esto inició una ofensiva contra el papel y el legado de Stalin que se expandió por todos los países del campo socialista y los partidos comunistas del mundo. Los revisionistas jruschovistas hicieron uso de todos los medios para destituir a los “stalinistas” en los partidos y los gobiernos de los países socialistas y reemplazarlos por elementos de conocido pasado revisionista que contribuyeran a la “desestalinización” en sus países. Tanto los informes del VIII Congreso como las declaraciones de los principales dirigentes y la prensa, antes y después del congreso, dan cuenta de ese proceso y aplauden la campaña de crítica a Stalin. Ni Mao Zedong ni el PCCh se enfrentaron con esa tendencia, por el contrario la asumieron como propia, elogiando a los dirigentes jruschovistas por su valentía en corregir los “errores” de Stalin. (Véase los dos artículos sobre la experiencia histórica de la dictadura del proletariado, de abril y diciembre de 1956 y la entrevista con la delegación yugoslava de setiembre de 1956). En ese contexto de lucha contra el culto a la personalidad, todo indica que se asumió la conducta de bajar el volumen del culto a la personalidad del propio Mao Zedong, haciendo un paréntesis durante ese congreso, que contaba con la presencia de muchas delegaciones de partidos hermanos, incluyendo los “camaradas” yugoslavos.

Lo anterior ayuda a explicar por qué se retiró la mención del “pensamiento Mao Zedong” como pensamiento guía y por qué en los informes principales en ese congreso se menciona moderadamente el papel y el liderazgo de Mao Zedong. Cabe destacar que esto fue sólo una cuestión de forma, porque la línea política y los principios que constituyen el hilo conductor de los tres informes principales presentados son, sin duda alguna, los de Mao Zedong. Nada de eso perjudicó la posición prevalente de Mao y su línea política en el PCCh. Terminado el congreso, se reanudó la mención preferencial del papel de Mao y el culto a su persona, que se acentuaría a niveles inimaginables.

Pero fuera de lo anterior, ¿cómo se explica el “perfil bajo” de Mao en el VIII Congreso?

La respuesta habría que empezarla a desarrollar preguntando: ¿perfil bajo?, ¿relegamiento?, ¿aislamiento?, ¿pérdida de poder?

En mayo-junio de 1956, dirigió la lucha contra la camarilla de Ju Feng. (Véase Mao, “En refutación de la ‘uniformidad de la opinión pública’” del 24 de mayo de 1955, y “Prefacio y Glosas a ‘Materiales sobre la camarilla contrarrevolucionaria de Ju Feng’” de mayo-junio de 1955, en Obras Escogidas, tomo V, Pekín, 1977). En 1955-56 se dio un mayor impulso a la colectivización del campo, acelerando la campaña de formación de cooperativas de producción. Como es conocido, fue Mao, a fines de julio de 1955, el que llamó a acelerar el ritmo de la colectivización, generando un febril movimiento en el campo. (Véase Mao, “Sobre el problema de la cooperativización agrícola”, 31 de julio de 1955, Obras Escogidas, t. V, Pekín, 1977). Luego, en mayo de 1956, en su esfuerzo por ganarse a los intelectuales, Mao lanzó la consigna “Que se abran cien flores y compitan cien escuelas de pensamiento” (Véase Lu Ting-yi, “Let a Hundred Flowers Blossom, a Hundred Schools of Thought Contend!”, 26 de mayo de 1956, en Communist China, 1955-1959. Policy Documents with Analysis, Harvard, 1962). Poco después, en agosto de 1956, encabezó la conferencia preparatoria del VIII Congreso, donde se aprobó la agenda, se preseleccionó el nuevo CC y se elaboraron los discursos que se pronunciaron en el congreso. (Véase Mao, “Fortalecer la unidad del Partido, continuar sus tradiciones”, 31 de agosto de 1956, Obras Escogidas, t. V, Pekín, 1977). Esto demuestra que la preparación del congreso se realizó bajo la supervisión directa e inmediata de Mao. Asimismo, en septiembre de 1956, durante la celebración del VIII Congreso del PCCh, Mao Zedong se reunió con las delegaciones de los partidos extranjeros invitados: lo que se sabe de sus reuniones con las delegaciones yugoslava y albanesa es bastante elocuente acerca de la posición de Mao en esos años [5]. Una vez más, como líder del partido, en febrero de 1957, Mao pronunció el conocido discurso “Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo”, donde reafirmó tesis revisionistas sobre la lucha de clases bajo el socialismo. (Véanse la versión original, no corregida por el autor, reproducida en Macfarquhar, ed., “The Secret Speeches of Chairman Mao”, Harvard, 1989, y la versión oficial publicada en Obras Escogidas t. V, Pekín, 1977). Meses después, en noviembre de 1957, el propio Mao Zedong encabezó la delegación china a la reunión de Partidos Comunistas y Obreros en Moscú, donde pronunció discursos en los que respaldó a Jruschov en su ataque contra Stalin y en la lucha interna en el PCUS contra el “grupo antipartido” de Molotov. (Véase “Discursos de Mao en la Reunión de Partidos Comunistas y Obreros del mundo”, noviembre de 1957, en Moscú).

La actividad política de Mao Zedong puede ser detallada, cronológicamente, sin mayor dificultad. La gran cantidad de documentos de Mao, oficiales y no oficiales, permiten establecer, casi sin dificultad, sus tesis y opiniones, sus virajes, su doble discurso, en cada momento de la historia de la China Popular. Particularmente, nos permiten concluir que en todos los eventos históricos de 1955, 1956 y 1957, Mao Zedong siempre tuvo la batuta del partido, aún durante su aparente “relegamiento” o “aislamiento”, supuestamente por cuenta de los derechistas Liu, Deng y Zhou. Y, por añadidura, en 1958, confirmando la continuidad de su liderazgo, Mao convocó y dirigió el Gran Salto Adelante. Por su parte, la composición de los órganos centrales elegidos en ese VIII Congreso reflejaba una mayoría maoísta consistente; en particular, el Comité Permanente del Buró Político del CC, el máximo organismo ejecutivo del PCCh, es abrumadoramente maoísta: Mao Zedong, Liu Shaoqi, Zhou Enlai, Zhu De, Chen Yun y Deng Xiapiong. Visto desde hoy, los nuevos maoístas se resisten a considerar a Liu Shaoqi y a Deng Xiaoping como maoístas, pero la historia es testaruda y les lleva la contraria, como les lleva la contraria el propio Mao al considerar a Liu como su sucesor hasta 1966 y al reconocer a Deng como maoísta de las horas difíciles. El único miembro del Comité Permanente del que se podría discutir su maoísmo es Zhou Enlai, pero no del resto; y aún Zhou Enlai difícilmente se oponía a Mao, de quien era un segundo incondicional. De otro modo, no se explica su supervivencia política y su presencia activa en todas las campañas políticas que Mao impulsó: adviértase que su nombre y presencia es el único que se mantiene en los tres congresos realizados desde 1949 hasta su muerte y la de Mao.

Nuevamente, entonces ¿qué pasó en el VIII Congreso?

En su reunión con la delegación yugoslava que asistió a ese congreso, Mao Zedong explicó de esta manera su poca participación en aquel evento:

“…Me estoy poniendo viejo y ya no puedo desempeñar el papel principal, tengo que asumir un papel menor. Como pueden ver, yo simplemente tengo un papel secundario en este [VIII] Congreso Nacional del Partido, mientras que Liu Shaoqi, Zhou Enlai, Deng Xiaoping y otros asumen las funciones principales.”

Sin embargo, la explicación más plausible tiene que ver con el ejemplo de la experiencia soviética en el XIX Congreso del PC(b) de la URSS de 1952, cuando Stalin cedió a Malenkov la oportunidad de presentar el informe principal en ese Congreso. Stalin había expresado la necesidad de incorporar a dirigentes más jóvenes a los órganos centrales del Partido y del Estado con el fin de preparar a la siguiente generación de líderes del país. En 1953, Mao Zedong consideró que también debía preparar a los dirigentes que tomarían el relevo en la dirección del PCCh y del Estado, por lo que propuso la formación de dos líneas en la dirección del partido: la primera línea, con los dirigentes jóvenes que se harán cargo de las labores cotidianas del partido y del Estado; y la segunda línea, con los dirigentes veteranos, encabezados por Mao, que supervisarán el trabajo regularmente pero sin involucrarse en el quehacer diario [6]. En una conferencia de trabajo, en octubre de 1966, Mao Zedong explica mejor la idea de las dos líneas:

“… Preocupados por la seguridad del Estado y en vista de las lecciones de Stalin en la Unión Soviética, establecimos una primera y una segunda línea. Yo he estado en la segunda línea; otros camaradas, en la primera línea... Yo estoy en la segunda línea, no tengo a mi cargo el trabajo cotidiano. Se dejan muchas cosas a otras personas, de tal manera que se pueda construir el prestigio de esas personas, para que cuando me vaya a ver a Dios, no haya una gran convulsión en el Estado. Todos estuvieron de acuerdo con esta idea mía…
fui yo quien propuso que el Comité Permanente [del Buró Político] se divida en dos líneas y que se establezca el secretariado. Todos estuvieron de acuerdo con esto…”
(Mao, “Talk at the Central Work Conference”, 25 de octubre de 1966, en Stuart Schram, “Mao Unrehearsed. Talks and Letters: 1956-1971”, Penguin Books, 1974).

Por último, no se puede dejar de recordar la práctica que Mao Zedong estableció, también en 1953, con relación a la expedición de documentos en nombre de la dirección del PCCh:

“De hoy en adelante, cualquier documento o telegrama que se haya de expedir en nombre del Comité Central sólo podrá ser despachado después de que yo lo haya leído; de otra manera, no tendrá validez. Hagan el favor de tener esto en cuenta.”
(Mao, “Crítica a Liu Sao-chi y Yan Shang-kun por su infracción disciplinaria cometida al expedir arbitrariamente documentos en nombre del Comité Central”, 19 de mayo de 1953, Obras Escogidas, tomo V, Pekín, 1977).

Mao fue particularmente puntilloso sobre esto, cuando se trataba de informes, discursos y documentos de los Congresos del Partido, de la Asamblea Popular, del Comité Central, de los órganos centrales del partido y el Estado. Él mismo reconoce haber “leído” los informes que Liu y Deng presentarían al VIII Congreso. Y cuando Mao dice que “leyó” el informe, en realidad, quiere decir que lo leyó, corrigió y aprobó después de sucesivas revisiones, como era su costumbre y la práctica en el Comité Central del PCCh. Tal como se destacó líneas arriba, Mao dirigió la conferencia preparatoria del VIII Congreso donde se elaboraron los discursos que pronunciarían Liu, Zhou y Deng.

En resumen, no existe ningún misterio en el papel desempeñado por Mao Zedong en el VIII Congreso del PCCh: Mao participó de la elaboración y estuvo de acuerdo con las tesis revisionistas de ese congreso.

Notas:

[1] Las tesis revisionistas del VIII Congreso del PCCh se pueden encontrar en el discurso de Liu Shaoqi, por ejemplo:

“…ese instrumento del imperialismo –la burguesía compradora-burocrática– ha sido eliminado como clase en China continental.

Excepto en algunas localidades, los terratenientes feudales también han sido eliminados como clase. Los campesinos ricos también han sido eliminados como clase. Terratenientes y campesinos ricos que solían explotar a los campesinos están siendo reeducados; están empezando una nueva vida como personas que viven de su trabajo.

Los elementos de la burguesía nacional están en proceso de ser transformados de explotadores en personas trabajadoras.

…El establecimiento de la República Popular de China marca la virtual conclusión de la revolución democrático-burguesa en nuestro país y el inicio de la etapa de la revolución socialista proletaria: el inicio del periodo de transición del capitalismo al socialismo.

…la extremadamente difícil y ardua tarea histórica de convertir el sistema de propiedad privada de los medios de producción en el sistema de propiedad pública ya ha sido básicamente cumplido en nuestro país. La cuestión de quién vencerá en la lucha entre el socialismo y el capitalismo en nuestro país ya ha sido decidida.

…En el curso de la transformación socialista, la alianza de la clase obrera con la burguesía nacional ha tenido un papel positivo en educar y reformar a los elementos burgueses. En el futuro, continuaremos nuestro trabajo de unirlos, educarlos y reformarlos mediante esa alianza…

…Es nuestro punto de vista de que, en adelante, debemos adoptar una política de coexistencia y supervisión mutua a largo plazo entre el Partido Comunista y los partidos democráticos…”.

…y también en el informe de Deng Xiaoping:

“La diferencia entre trabajadores manuales e intelectuales es ahora sólo una cuestión de división del trabajo dentro de la misma clase… Todos los campesinos pobres y medios se han convertido en miembros de cooperativas de productores agrícolas, y, dentro de un tiempo no muy largo, la distinción entre ellos será sólo una cosa de interés histórico… La vasta mayoría de nuestros intelectuales está ahora del lado de la clase obrera y se está dando un rápido cambio en sus antecedentes familiares… Cada año, una gran cantidad de campesinos y estudiantes se hacen obreros; una gran cantidad de obreros, campesinos y sus hijos e hijas se unen a las filas de los trabajadores intelectuales; una gran cantidad de campesinos, estudiantes, trabajadores manuales e intelectuales se unen al ejército y se hacen soldados… Entonces, ¿por qué tenemos que clasificar a esas capas sociales en dos diferentes categorías?...”.

Estas posiciones tienen poco en común con las declaraciones de Stalin y Hoxha sobre la liquidación de la burguesía, los terratenientes y los kulaks como clases explotadoras en la URSS y Albania socialista.

[2] El IX Congreso del PCCh se realizó en 1970, 13 años después, como corolario de la “gran revolución cultural proletaria”, denominándose el “congreso de la victoria”. Aparte de la demora en la convocación de los congresos, el partido fue además destruido en 1966 y sólo empezó a reconstruirse gradualmente desde 1969.

Otro hecho notable: pese a que el IX Congreso fue preparado con antelación, su realización sólo fue anunciada el mismo día de la inauguración. Los delegados convocados y trasladados discretamente a Beijing, no tenían conocimiento que estaban por asistir al congreso del partido. Además, no se invitó a ningún partido hermano, y los trabajos del congreso discurrieron fuera de los ojos del público y la prensa.

[3] Liu Shaoqi es citado al lado de Mao Zedong, tan temprano como en 1945, en la “Resolución sobre ciertas cuestiones en la historia de nuestro Partido”, de abril de 1945, escrito atribuido a Mao, en el que se reescribe la historia del partido y la revolución china desde la óptica maoísta. Esta resolución del PCCh fue publicada como apéndice del volumen III de las Obras Escogidas de Mao, en su edición de 1965. Al año siguiente de esa edición, se inició la “revolución cultural”, dirigida principalmente contra Liu Shaoqi y Deng Xiaoping, que acabó con el primero de los “herederos” de Mao. El documento citado desapareció, para siempre, de las obras escogidas de Mao, desde la edición de 1967. Casi como un hallazgo, puede encontrarse en inglés en www.marx2mao.com/PDFs/MaoSW3App.pdf

También, en el conocido artículo “Sobre el problema de Stalin” de 1963, Liu Shaoqi y Mao son mencionados, juntos, como los dos principales líderes del PCCh.

[4] En abril de 1980, desde una posición revisionista, Deng Xiaoping advierte el cambio político que se estaba dando en Mao y evalúa su liderazgo de esta forma: “Hablando en líneas generales, el liderazgo del camarada Mao Zedong fue correcto antes de 1957, pero cometió cada vez más errores después de la campaña antiderechista de ese año.” (Deng Xiaoping, Selected Works, Volume II (1975-1982), Beijing).  http://english.cpc.people.com.cn/mediafile/200607/05/F2006070515261400629.swf

[5] Véase Mao, "Conversación con la delegación de la Liga Comunista de Yugoslavia" de septiembre de 1956 en Beijing, y Enver Hoxha, "Reflexiones sobre China" t. 1, apuntes del 15 de septiembre de 1964: "La actitud china: 'Que ellos den el primer paso, nosotros daremos el segundo'".

[6] En su conversación con algunos miembros importantes del Comité Central del PCCh, el 19 de marzo de 1980, Deng Xiaoping confirma que “Mao Zedong propuso, a fines de 1953, que el trabajo del Comité Central se divida en una ‘primera línea’ y una ‘segunda línea’…” (Deng Xiaoping, Selected Works, Volume II (1975-1982), Beijing).  http://english.cpc.people.com.cn/mediafile/200607/05/F2006070515261400629.swf